domingo, 27 de septiembre de 2009

EL EGO Y EL NACIMIENTO DE LA PERSONALIDAD


El Ego o Yo superior es algo así como el representante del verdadero Espíritu o Chispa Divina diferenciada EN y POR Dios; es el Alma como resultado de las experiencias de la Vida Divina en los mundos inferiores; es el que recoge la quintaesencia de cada vida o renacimiento gracias a lo cual el hombre tomará conciencia de Él a la vez que Él (el Ego) se identifica cada vez más con el Espíritu. Por tanto, es un ser divino en su esencia pero pendiente del desarrollo necesario que le haga tan puro y perfecto como para identificarse con Dios. Su desarrollo depende de las experiencias que obtenga en sus cuerpos físicos y superiores a través de los mundos donde experimenta y desarrolla sus poderes latentes pero, normalmente, se le identifica como pensamiento individual o como el pensador. Sin embargo, su situación está por encima de la mente concreta con la que razonamos, el Ego está en las regiones superiores o abstractas del Mundo del Pensamiento y por eso, el hombre, la personalidad razonadora, anhela la unión con algo superior que, además de con nuestro Padre, también lo es con nuestro Ego. Según se desarrollan los poderes del Espíritu más se vive la vida interna y más se anhela la verdadera unión espiritual, de ahí la oración y la aspiración del hombre que ya ha tenido algún vislumbre de lo que es la vida superior. La unión con Dios en cada uno de nosotros (con nuestro Ego o Yo superior) es similar a la unión que debe conseguir el Ego respecto al Espíritu, pero nada de eso se conseguirá sin el esfuerzo, sacrificio y buena voluntad por parte nuestra.
Lo que nosotros creemos que somos como verdaderos Egos es una pequeñísima parte de lo que en realidad es el Ego en su propio plano, lo que ocurre es que aún no hemos desarrollado su conciencia en nosotros. Por eso no deberíamos pensar en elevarnos hacia Él sino de abrirnos a su influencia puesto que somos Él. Deberíamos actuar como Egos sabiendo que, cuando tengamos plena conciencia de él, será como haber desarrollado el Cristo en nosotros; deberíamos actuar como que nuestra vida es su vida y como que, lo que entendemos por conciencia, es su conciencia y voluntad. La meditación, la oración, la contemplación y la adoración entre otros ejercicios hacen que la conciencia del Ego se manifieste en el cerebro. Es una tarea muy larga, de varias vidas, pero progresivamente, se va percibiendo su influencia porque con dichos ejercicios se va abriendo cada vez más el canal de comunicación y transferencia.
El hombre basa sus acciones en su experiencia y en sus pensamientos, por eso se identifica plenamente con su forma de pensar y con sus deseos, sentimientos y emociones después de morir su cuerpo. Sin embargo, cuando alcanza las regiones superiores del Mundo del Pensamiento, ya no es ese hombre o personalidad sino la reencarnación del Ego, el cual, en los más atrasados, no comprende aún el sentido de la evolución ni de su ser.
En sentido general, se dice que la voluntad representa al Ego porque es una cualidad suya, es la energía que el Ego (como pensador) manifiesta hacia el exterior o mundo físico creyendo, a veces, el hombre que es él mismo. Esta voluntad está determinada o condicionada por la razón, por las experiencias pasadas, por conclusiones, etc., pero no hay que confundirla con los deseos, los que están condicionados desde fuera y dependen de los cuerpos inferiores. El deseo, es la energía del Ego (también como pensador) dirigida hacia afuera pero condicionado por los objetos, por eso, cuanto más atrás en la evolución de la humanidad, el deseo dominaba a la razón y el Ego apenas podía manifestarse. Actualmente hay una lucha en los que comenzamos a ver el verdadero sentido de la vida y deseamos terminar cuanto antes con los renacimientos; en el futuro el Ego impondrá su voluntad sobre el cuerpo de deseos y solo “deseará” lo que sabe que necesita para acelerar la unión con el Espíritu.
Para que algo exista ha debido ser creado y debe tener un origen, así, todo lo creado por el hombre ha tenido su origen en su mente; el verdadero Yo, el Ego, crea la idea que se manifiesta como una forma de pensamiento, la cual formamos después con materia física. Pero, en realidad, el Ego, como resultado de la evolución de la vida a través de la forma, no es normalmente un creador en el sentido que normalmente entendemos. El creador de los Mundos donde evolucionamos (Dios) también tiene Su Mente y es de esta Mente de donde surge el Mundo del Pensamiento, de donde, en realidad, nuestro Ego capta las ideas o arquetipos existentes en las regiones superiores. Todo el Plan de Dios se encuentra en esos arquetipos creados por las Jerarquías superiores que colaboran con Él (los Siete Espíritus ante el Trono) por tanto, todo el desarrollo pasado y futuro de la humanidad y todas sus creaciones tienen su origen en la mente Creadora de Dios. Por consiguiente, aunque el Ego envíe un sinfín de vibraciones mentales desde estas regiones arquetípicas o abstractas del Mundo del Pensamiento, el cerebro solo puede o suele reproducir una pequeña cantidad para luego darles forma con la mente concreta y crear las formas físicas. Por lo general, solo los cerebros muy activos y receptivos suelen captar mayor número de “ideas” dando así muestras de poder mental y genialidad. Así es que, las facultades mentales de cada persona representan el grado de sensibilidad que tiene su cerebro respecto a las vibraciones mentales que su Ego envía. Podríamos decir que las palabras representan los símbolos de las imágenes mentales que forma el cerebro bajo la acción de la mente concreta, sin embargo, la mente abstracta, es decir, lo que expresa el Ego desde las regiones superiores del Mundo del Pensamiento, pertenece a la razón pura, y eso no se puede expresar con palabras.

DESPUÉS DE ABANDONAR LOS CUERPOS TRAS LA MUERTE

Al igual que abandonamos el cuerpo de deseos después de haber extraído el beneficio o quintaesencia de los resultados de nuestra manera de sentir, de nuestras emociones, deseos, etc., cuando vamos a pasar a las regiones superiores del Mundo del Pensamiento, también abandonamos el cuerpo mental. Una vez asimilada la esencia de las experiencias de la vida física y de deseos ahora toca llevarse también el resumen de lo que expresamos por medio de la mente. Y es en estas regiones abstractas del Mundo del Pensamiento donde, junto a los átomos simiente de los diferentes cuerpos y con la “mente” del Ego, permanece éste en estado latente hasta que llegue la hora de renacer de nuevo. Esta esencia de la vida anterior queda guardada en el cuerpo causal, (el cuerpo que utiliza el Ego en esas regiones) para que pueda, o mejor dicho, intente el Ego expresar en la personalidad los grados de desarrollo que ha adquirido. Es entonces cuando los humanos más o menos desarrollados perciben cierta influencia de la conciencia del Ego.
Como podemos ver, el único ser que existe después de cada vida es el Ego, el pensador que en cada renacimiento crea una nueva personalidad como un árbol en cada primavera hace brotar hojas nuevas. Así el hombre es, en cada vida, un nuevo actor que renace con cierta comunicación con la esencia de las vidas pasadas guardadas en la “memoria” del Ego, lo que se convierte en la conciencia del yo terrenal que en infinidad de ocasiones no escucha a su Yo superior y actúa en contra de su voluntad. El error por parte del hombre en cada renacimiento es identificarse con la personalidad (cuerpo físico, cuerpo de deseos y mente) y cuando esta personalidad en fuerte y tiene sus gustos, hábitos, deseos materiales, etc., el hombre actúa como tal y no como la herramienta del verdadero Yo superior. De ahí que el hombre prefiera buscar una vida llena de lujos, de disfrute de los placeres o, aunque sea, de goce de los bienes materiales antes que la humildad, la fraternidad y que todas las virtudes que el Ego desea desarrollar.
No se suele comprender ni siquiera entre los aspirantes de ocultismo, que lo que el Ego trata de conseguir a través de la personalidad es desarrollar sus poderes latentes, lo que, a su vez, permite que, éste, manifieste una personalidad y una vida cada vez más elevada y placentera. Por el contrario, algunos, no solo comprenden esto sino que, además, intentan cumplir los “deseos” de su Yo superior porque saben que están acelerando su desarrollo espiritual y sentando las bases de la futura vida. Evidentemente, esto lleva consigo una actitud altruista, amorosa y fraternal respecto al prójimo a la vez que el individuo se olvida de sí mismo. Que nadie piense que el Ego es malo porque el mal no le puede afectar, puesto que, como sabemos, no pasa de las regiones inferiores del Mundo del Deseo o Purgatorio. Es cierto que esas regiones se reflejan en las inferiores del Mundo del Pensamiento en sentido mental pero, aún así, no alcanzan al Ego que está por encima de esas regiones. A la inversa, como todo lo positivo que hay en las regiones superiores del Mundo del Deseo (Primer Cielo) se refleja en las superiores del Mundo del Pensamiento, lo único que le afecta de cada personalidad es lo bueno. Cuando en una vida se han desarrollado de una forma clara y definida una serie de cualidades, el Ego intentará manifestarlas en la próxima personalidad. En sentido contrario, cuando hay varios renacimientos donde no se ha progresado casi nada se produce cierta incapacidad por parte de la personalidad para percibir lo que proceda del Yo superior. Esto significa que cuando el Ego ha adquirido cierta cualidad, podrá influenciar o llamar la atención del hombre para que no caiga en el vicio o maldad contraria, mientras que si el hombre puede caer en un vicio y nunca ha desarrollado la virtud con la que debe vencerle, lo más fácil es que caiga en él.

FORMACIÓN DE UNA NUEVA MENTE

Como ya sabemos, cuando el Ego ha abandonado todos sus cuerpos y se encuentra en las regiones superiores del Mundo del Pensamiento, en lo que llamamos cuerpo causal, tiene consigo, en estado latente, los átomos simiente de los cuerpos que ha utilizado. El Ego evoluciona gracias a estos átomos permanentes puesto que es de ellos de donde extrae la síntesis o quintaesencia de lo que ha hecho y sido en cada vida, por eso, cuando llega el momento, el Ego dirige su atención en busca de nuevas experiencias. Este sería el momento en que el átomo mental despierta, o mejor dicho, una vibración del Ego pone en actividad el átomo mental para que sea el primer receptáculo del hilo de vida que procede del Mundo del Espíritu de Vida (lo que los teósofos llaman Buddhi) Cuando el Ego trata de expresarse en la Región Concreta del Mundo del Pensamiento, el átomo actúa como un imán y, en colaboración con los Señores de la mente y otros seres, el Ego vela su conciencia con la materia que atrae para formar su futura mente o cuerpo mental. El poder de vibración de la materia que atraiga estará en sintonía con el desarrollo del Ego para que pueda expresar sus cualidades mentales latentes. Esta materia mental procedente de las regiones inferiores se condensa en forma de nube alrededor del átomo simiente como material con el que se construirá, después de nacer y hasta aproximadamente los 21 años, la nueva mente. Por supuesto que dichas cualidades mentales no se ponen en actividad hasta que, a partir del nacimiento, se van manifestando progresivamente de acuerdo al medio ambiente y a las actividades que la persona haga.
En la quintaesencia de las experiencias que el Ego se lleva en cada átomo simiente no hay imágenes ni nada que sea grosero sino los efectos de esas imágenes o experiencias sobre las facultades. De esta forma la materia que el Ego atrae es de la misma vibración que la que tenía en su último cuerpo mental, por eso se dice que el hombre reanuda su vida en el mismo punto donde la dejó aunque con otro destino y más posibilidades. Esto mismo ocurre respecto al cuerpo de deseos, por tanto, los cuerpos que el Ego construye en cada vida son el resultado directo de su pasado, como ocurre respecto a su destino.
Cuando un niño nace no tiene un cuerpo mental y uno de deseos ya formados e independientes, la materia de lo que serán esos cuerpos forma una especie de ovoide donde cada materia irá cambiando y manifestando sus formas y colores según el niño o adolescente emita sus deseos, sentimientos, emociones y pensamientos. Los gérmenes o tendencias del pasado (buenas o malas) se desarrollarán o no dependiendo de los estímulos que reciba según el medio ambiente donde crezca y según la educación que reciba. Como un niño no actúa de forma individual e independiente hasta aproximadamente los 16 años, aunque más exactamente deber ser a los 21 cuando se termina de forma su cuerpo mental, es deber de los padres estimular el cuerpo de deseos y la mente con actividades que se relacionen con la inteligencia y los buenos sentimientos ya que, de otra forma, tienden a atrofiarse. Cuando a un niño se le crean inclinaciones y gustos positivos, podemos asegurar que crecerá en ese sentido mucho más que en su anterior vida, pero si se deja que le influyan personas de gustos groseros y deseos malévolos, no solo no crecerá moral y espiritualmente sino que degradará lo que había adelantado en su última vida. No olvidemos que antes de nacer el niño, es decir, a partir de que el Ego penetra en el vientre de la madre para hacerse cargo del desarrollo de los cuerpos, ese niño en formación, ya es sensible a las influencias externas.
No son muchos los padres que se toman verdaderamente en serio eso de despertar los mejores sentimientos o inculcar los más elevados y bellos ideales en los niños desde que nacen. Sin embargo, así debería ser puesto que sabemos que nacemos con un cuerpo mental cuyos defectos y tendencias son similares a los de la última vida. Aunque el poder espiritual haya aumentando al pasar por el Purgatorio, si aún teníamos muchos defectos y malas tendencias que superar en la última vida, deberemos hacer frente a ellas e incluso a las ya superadas para demostrar que hemos aprendido la lección y hemos tomado nota en la conciencia. Todos, cuando somos niños, caemos y desarrollamos o aumentamos ciertos defectos, por el contrario, crecemos desarrollando y aumentado ciertas virtudes que ya traemos, pero eso dependerá mucho de lo que primero se nos presente. Si el medio ambiente familiar y social es maléfico, seguramente que despierten las tendencias maléficas y las benéficas puedan hacer bien poco para evitarlo. Entonces, como el Ego aun no es dueño de sus propios cuerpos y aunque intente luchar, no podrá estimular las buenas tendencias hasta que el niño ya tenga alrededor de los 21 años, pero entonces le costará mucho más vencer que si de niño se hubieran estimulado las tendencias positivas. Qué decir tiene que si los padres cumplen con su deber de buenos educadores algunas malas tendencias se atrofiarán, otras se superarán fácilmente y, a la vez, el Ego se fortalecerá en el bien para cuando tenga que hace frente al mal en el futuro.

Francisco Nieto

miércoles, 16 de septiembre de 2009

PLANETAS RETRÓGRADOS


Continuando con las enseñanzas de astrología que he comenzado en mi blog "Filosofía oculta y astrología", voy a exponer en el siguiente artículo lo que para mí son los planetas retrógrados. Como siempre digo, estos conocimientos son fruto de mis estudios de las enseñanzas de otros antiguos y modernos astrólogos y de mis razonamientos y prácticas a lo largo de muchos años; mi intención es ayudar a los estudiantes de astrología en el mundo.


Cuando un planeta progresa está adquiriendo experiencias nuevas (también nos referimos a la persona) cuando está retrogrado está asimilando experiencias pasadas, y cuando está estacionario –parado- el planeta muestra una quietud y compostura interna poco habituales.
Los planetas retrógrados con buenos aspectos representan tendencias o deseos positivos de otras vidas que no se llegaron a cumplir o desarrollar, por eso son fácilmente superables en esta. Los planetas retrógrados con malos aspectos son indicativos de persistentes errores o malas intenciones en lo que representan los planetas y la casa. En este caso urge meditar nuestra manera de actuar, de pensar y de responder, así como si nos interesamos más por nosotros mismos que por los demás, etc.
Cuando un planeta retrógrado no tiene aspectos o sólo tiene uno, hay que investigar detenidamente dónde estamos aprendiendo la lección porque su influencia puede ser muy sutil y no darnos cuenta de ello.
Cuando hay varios planetas retrógrados en la carta, sin embargo, se verá obligado a hacer la transformación interna necesaria, aprender dónde debe trabajar de diferente manera a como lo hizo en la anterior vida. Cuantos más planetas retrógrados menos oportunidades de desarrollo material y de experiencias.
Es de suponer que cuando el planeta deja de estar retrógrado, es porque ya se ha aprendido la lección pendiente, sin embargo, no se puede asegurar del todo, como tampoco se puede asegurar que después de la retrogradación la persona se exteriorizará repentinamente. Sí podemos asegurar que algunas lecciones espirituales se han aprendido y, por lo tanto, se deben llevar a la práctica.
Sabiendo esto, no se debe considerar la retrogradación como una cosa mala o una prisión donde no se puede hacer nada, sino que se debe interpretar como un curso acelerado que necesitamos para ponernos en el nivel que nos corresponde.
Los planetas retrógrados nos llevan a experimentar en unas condiciones previas de conciencia o en asuntos inconclusos originados en el inconsciente. La retrogradación activa las facetas más o menos ocultas de la personalidad, si se hace correctamente se adquirirá iluminación de conciencia pero si no, producirá pérdidas y equivocaciones.
Un planeta retrógrado implica un nuevo estudio del pasado, algo que necesita estudiarse con paciencia para asimilarlo perfectamente. Algún principio fue experimentado a la ligera o fue mal aplicado y por eso debe ser regenerado para que pueda ser utilizado constructivamente.
Su actitud hacia el exterior suele ser más bien pasiva ya que se centran en el interior de la conciencia por eso los asuntos relacionados con el planeta se verán retrasados. La asimilación psicológica es más lenta para que sea completa y para que se adapte a los principios. Cuando se tiene cuatro planetas retrógrados se tiende a vivir en lo subjetivo, a retirarse y expresarse en privado, la vida se verá de distinta forma.
Los planetas retrógrados pueden indicar cualidades personales internas por estar poco moldeado por lo externo, su verdadera naturaleza no se expresará hasta que haya asimilado la esencia de sus necesidades a través de la focalización subjetiva.
Estas personas suelen mostrar su personalidad en sus años maduros porque están fuera de onda en las situaciones sociales y no se ajustan a los comportamientos normales, si además hay malos aspectos, la persona se aísla y desconecta.
Cuando hay muchos planetas retrógrados y son bien trabajados hay gran desarrollo espiritual y mayor conciencia del Yo superior, conectará mejor con el poder y sabiduría interna y vencerá más limitaciones de la personalidad; los planetas retrógrados buscan respuestas en su interior.
Un planeta retrógrado indica la necesidad de reorientar la energía del planeta hacia lo positivo de la casa para obtener una regeneración de conciencia y un desarrollo a través de nuevas experiencias. También puede indicar que esta persona utilizó egoístamente la energía de ese planeta, por lo tanto, está repitiendo curso pero concentrándose más.
Los planetas retrógrados indican los errores que cometimos en el pasado, errores que perjudicaron a nuestro desarrollo directamente y al de otras personas, errores que de una forma u otra, fueron contrarias a las Leyes Divinas que rigen el Universo. Esto significa que el Espíritu se comprometió antes de renacer a enmendarse en esta vida en sentido moral, mental y espiritual.
Un planeta retrógrado necesita una nueva expresión personal porque nos hace revivir el pasado para que tomemos conciencia de las malas actuaciones.
Si el Sol es objetivo y constructivo, los planetas retrógrados (se mueven en sentido contrario al Sol) se interiorizan y su acción es subjetiva y poco constructiva exteriormente, visto esto desde fuera, podríamos decir que mostrarán carencias y errores en su comportamiento.

Ejemplo: Si Júpiter está en Leo podemos asegurar un éxito en general gracias a las cualidades, ambición y aprovechamiento de las oportunidades, pero si Júpiter está retrógrado, no tendrá ambición ni sabrá aprovechar las oportunidades para obtener ese éxito, no sabrá mandar ni tendrá tanta suerte, o incluso se verá limitado. Sin embargo, aprenderá unas lecciones que le beneficiarán en otras ocasiones y le darán seguridad y confianza en sí mismo.
Esto sería el resultado de una mala acción en otra vida pero en esa misma casa, por consiguiente, una persona con este caso debería cambiar su manera de actuar sobre los asuntos de esa casa pero sacando los recursos de ella misma; debería orientar las cualidades del planeta y del signo hacia los asuntos de la casa para que el resultado sea el esperado.
Normalmente es el planeta el que indica la naturaleza de los errores cometidos, por consiguiente, es conveniente ver cuáles son sus defectos y después meditar sobre nuestra forma de entender la vida para ver si se corresponde con lo que somos interiormente.

Por ejemplo, Saturno retrógrado: indica que cometimos graves irresponsabilidades, que no cumplimos con nuestros deberes según la posición social que tuvimos, que debemos desarrollar la concentración y ser más metódicos en lo que hacemos, etc.
Alguien se preguntará ¿Cómo podemos cambiar? Además del esfuerzo voluntario y consciente que sería lo natural, a veces, el cambio se produce por la fuerza. Cuando nace (por ejemplo) la persona con Saturno retrógrado en la casa 7, lo hace con las malas tendencias de la anterior vida, entonces tendrá problemas, limitaciones, impedimentos, etc. con el público, el matrimonio o con personas íntimamente unidas a ella. Esto le hará recapacitar tarde o temprano para que se dé cuenta de que esa línea de actividades y actitudes no son correctas; por lo tanto, se verá obligado a cambiar y a adaptarse a las exigencias normales del prójimo y de las leyes. Entonces es cuando se admitirá los errores, regenerará la conciencia y rectificará los aspectos negativos de la carta para que en la carta de la siguiente vida sean aspectos positivos y el planeta muestre sus cualidades naturales.
Esto también explica el porqué algunas personas chocan con otras que tienen un carácter similar, esos otros aprenderán lecciones de sus errores, pero el nativo con su planeta retrógrado es quien está recibiendo las lecciones más importantes a través de unas personas que actúan como él actuó en otra vida.
Marte en Capricornio y casa 12ª conjunto al Nodo Sur, indicaría el abuso de la persona en otra vida, se valió de su cargo y poder para aprovecharse de otros, impuso su individualidad sobre la libertad de los demás, etc. En este caso puede estar Saturno (regente de Capricornio) retrógrado por ser el regente kármico de Capricornio, pero si no lo está, es fácil que reciba malos aspectos. Siguiendo este mismo ejemplo, Marte retrógrado obligaría al nativo a interiorizarse para estudiar los problemas e impedimentos del destino y para sacar un provecho de las experiencias con los demás.
A la hora de buscar soluciones tendrá que ver en qué casa está el planeta retrógrado para cambiar la manera de actuar sobre sus asuntos, y habrá que analizar los buenos aspectos con otros planetas. Si Saturno está retrógrado en la casa 10ª, indicaría que esta persona tiene una falta de regeneración de conciencia respecto a los jefes en su trabajo y cualquier clase de persona que ejerza un cargo o autoridad en su profesión. Si no se pone a trabajar sobre su manera de pensar y afrontar esas situaciones así como sus reacciones, el problema puede hacerse más grande y afectarle seriamente en esta vida y en la próxima. En este caso sería conveniente preguntarse ¿Qué he hecho yo en otra vida para que no me gusten ciertas actitudes de la autoridad o de ciertos jefes?
Cuando un planeta está retrogrado sus principios se expresan en el interior del individuo como facetas profundas de su carácter, por lo tanto, adquiere cualidades más elevadas o abstractas, Ejemplo: Si un planeta comienza en 0º de Aries significa que comienza un nuevo ciclo de experiencias pero si se hace retrogrado significa que es urgente para él las experiencias con los principios de Piscis – casa 12ª - y Neptuno.
Mercurio retrógrado: La inteligencia se frena y se fija en el presente, tiene que hacer más esfuerzos para concentrarse y reflexionar. Venus: Refrena las emociones que condicionan al individuo, la persona puede dominar las emociones perfectamente. Marte: Hay restricción y limitación de la energía dinámica, debe tener tacto en su actitud. Júpiter: Tiende a la autosatisfacción y a la expansión sin control hasta ahogar la personalidad. Saturno: Persona lúcida y razonable, nada se le escapa. Urano: Inhibe la capacidad de decisión hacia la independencia de espíritu y su destino. Neptuno: La persona encuentra únicamente en sí mismo los recursos que necesita para transformarse profundamente. Plutón: Indica que la persona puede regenerarse apartándose del mundo y de los demás.

PLANETAS ESTACIONARIOS: “Es la concentración intensa en un área definida del horóscopo”, muestran un interés intenso en su acción (según la naturaleza del planeta); el individuo se vuelve muy fijo y no permite la adaptación haciéndose inflexible pero obtiene vigor y resistencia.
En un nacimiento puede haber Planetas estacionarios-retrógrados que inclinan a un estado subjetivo de interiorización para que la persona se concentre en el aspecto psicológico del planeta con creciente inquietud. Cuando son estacionarios-directos ya han asimilado sus impulsos a niveles profundos e introspectivos y están preparados para salir a su conciencia objetiva y trabajar con lo asimilado, por lo tanto, es más activo.
Cuando un planeta progresado retrógrado alcanza la fase estacionaria y está a punto de volverse directo, la persona vivirá un momento decisivo en su crecimiento interno, ese año marcará un cambio en la manera de enfocar la vida porque la preparación interna y asimilación ha terminado. Cuando un planeta progresado. Directo se hace retrógrado, el individuo sufre un cambio hacia dentro, se vuelve introspectivo desde lo que representa el planeta y puede enriquecerse en los principios del planeta, lo enterrado en la psique puede ser estudiado.

Francisco Nieto

domingo, 6 de septiembre de 2009

EN BUSCA DEL ÉXITO


Todas las personas deseamos obtener éxito de alguna manera o en determinado sentido, pero el éxito no nos viene a todos por igual ni para las mismas cosas, los elementos básicos no son siempre iguales puesto que también se modifican según evolucionan.
Hace miles de años, los más evolucionados o adelantados de la humanidad eran instruidos en lo que entonces era más importante para su desarrollo –ciencia, física, arte, etc.- estas enseñanzas han tenido su mayor éxito o florecimiento en nuestra civilización occidental. Antes de que ocurriera esto, la humanidad –como Espíritu- era libre y no estaba limitada por el tiempo y el espacio, pero llegó el momento en que fue apresada en el cuerpo físico y lo convirtió en su morada. Desde entonces hemos tenido que ingeniárnoslas para andar por el planeta de un sitio a otro sin apenas medios para ello.
Actualmente, aún atados a nuestro cuerpo físico, estamos conquistando la libertad y somos capaces incluso de llegar a otros planetas. En las épocas pasadas muy lejanas había un estándar para el éxito y hoy hay otros nuevos. Es cierto que hoy hemos adelantado muchísimo en todos los sentidos, pero también es cierto que para ello hemos sacrificado las condiciones ideales del pasado en las que la meta del artesano era crear poniendo algo de su propio ser hasta hacer una obra perfecta. Para estos artesanos antiguos no tenía importancia los honorarios, sólo querían hacer una obra perfecta, por eso su obra era admirada con justicia y eran imitados por otros aprendices.
Hoy nos hemos alejado mucho de ese interés creador y hay otros valores como es la eficacia acumulada. Hoy el ideal del hombre es egoísta, no se interesa por su trabajo sino por su sueldo, el pobre odia al rico y al contrario, y ambos miran con desprecio al artista que hace su obra por amor y sin pensar en el dinero. De aquí podemos sacar la conclusión de que el significado del éxito actual no es satisfactorio, entonces nos debemos preguntar ¿Cómo podemos tener un éxito estable? La respuesta podría ser: “Cuando desarrollemos y vivamos los ideales del Espíritu, entonces encontraremos una nueva vida de éxito”. Cristo enseñó en líneas generales, el camino hacia la grandeza y el éxito cuando dijo: “Aquel que quiera ser el primero, que sea el último y el servidor de todos”. De esta forma, cada uno de nosotros competirá, pero en este caso para servir en vez de para adquirir el éxito material o cierto renombre social. Los que aspiramos a ser pioneros en el sendero del esoterismo espiritual, debemos estar dispuestos a servir con humildad y sin buscar el éxito material ni la fama.
Todos sabemos que para especializarnos en alguna cosa debemos practicar y ensayar todo lo que podamos, por consiguiente ¿Qué necesitamos para ello? Por supuesto que no necesitamos viajar lejos para adquirir esta especialidad de “servir a los demás”, es inútil buscar por ahí si no cumplimos con lo que nos rodea y que necesita de nuestra colaboración o auxilio. Todos tenemos muchas oportunidades para ayudar, servir o colaborar, no necesitamos nada más que pararnos a meditar en nuestra vida cotidiana y en nuestras obligaciones y responsabilidades.
Por eso, los que anhelamos el éxito interior no deberíamos perder el tiempo buscando el éxito material ni el renombre, donde estemos siempre tendremos oportunidad de dar ejemplo de humildad, tolerancia, comprensión y servicio desinteresado. Si ayudamos a los demás, los demás ayudarán a otros en otras cosas y condiciones. Si valoramos y somos conscientes de la utilidad de nuestro cuerpo físico, de nuestros sentimientos y del gran beneficio de la mente, obtendremos las mejores herramientas como las del artesano del pasado para poner algo de nosotros mismos en cada cosa que hagamos.
El servicio es el mejor camino para el éxito, preocupémonos de elevar nuestros ideales, de perfeccionar nuestra mente, nuestros sentimientos y de actuar mejor para que podamos ser útiles a esos otros hermanos en Espíritu de los cuales pensamos que son inferiores que nosotros por su manera de actuar.
En esta vida cosechamos lo que sembramos, por tanto, prediquemos con el Espíritu y dejemos a un lado lo personal, porque lo personal se interesa por el éxito material y el espíritu se interesa por buscar el camino del Amor. No dejemos pasar un solo día sin haber hecho algo por alguien, así obtendremos el éxito que anhelamos. Basándonos en esto podemos decir que una vida de éxito es una vida de servicio hacia los demás, y en la medida en que vivamos fieles a estos ideales mayor será el éxito que obtengamos.

Francisco Nieto Vidal